- Promueve el Aumento del almacenamiento de grasa a nivel abdominal
- Incrementa el apetito: especialmente por alimentos ricos en azúcares y grasas debido al aumento de la insulina, que disminuye los niveles de azúcar en la sangre y provoca antojos de alimentos calóricos.
- Favorece el desgaste muscular: ya que cuando estamos en constante estrés, el cortisol promueve la degradación de proteínas musculares para convertirlas en energía.
- Promueve la resistencia a la insulina: lo que también aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
- Alteración del ciclo sueño-vigilia: provocando insomnio o sueño interrumpido. Esto a su vez afecta negativamente la regulación de las hormonas del hambre lo que puede conducir a un aumento del apetito.
Pero… ¿Qué podemos hacer para mantener nuestros niveles de cortisol en un rango saludable?
- Encontrar maneras de gestionar el estrés como la meditación
- Dormir suficiente y en un ambiente propicio
- Comer saludable y no saltarte comidas
- Realizar actividad física regularmente
- Realizar actividades que disfrutas.